lunes, 12 de noviembre de 2012

CEREBRO LÍMBICO

CEREBRO LÍMBICO.

Por encima de este cerebro reptil, y por debajo de la neocorteza ubicamos el Sistema o Cerebro Límbico. A este cerebro también se le conoce como Cerebro Emocional o como Cerebro Mamífero, porque los mamíferos poseen una estructura similar, y se corresponde muy bien con el comportamiento de los animales mamíferos, por ejemplo: el comportamiento maternal, proteger y cuidar a las crías hasta que ellas puedan valerse por sí mismas.
Todo lo que ocurre en el medio exterior es procesado en nuestro cerebro límbico, dándole el matiz emocional al experimentarlo. Son comportamientos mamíferos: el amor, el odio, el altruismo, el deseo, los celos, la angustia, el temor, la culpa, etcétera.
En el se encuentran: el tálamo, que regula los comportamientos afectivos, la región septal, vinculada a la sexualidad, los bulbos olfatorios, que nos conectan a través del olfato y las manifestaciones respiratorias con las emociones, la amígdala (no confundir con las de la garganta) que permite la expresión oral de las emociones, el hipotálamo, especie de laboratorio donde se generan los químicos como serotonina, endorfinas, y otra gran cantidad de ellos, es el centro del placer y del dolor, y el hipocampo, relacionado con la memoria a largo plazo y las emociones.
El cerebro límbico fisiológicamente está interconectado con todos nuestros órganos internos, regulando la condición de expansión o contracción de ellos. Los estados emocionales tales como la rabia, depresión, frustración, el estrés, provocan que algunos órganos sufran las consecuencias de la contracción, tensión e irritación. Esto fue tratado en un post anterior.
Nuestro cerebro límbico, permite el clima emocional para propiciar la motivación al logro, ya que trabaja con una serie de neuroquímicos que propician el impulso para dar órdenes al cerebro reptil de movilizarse para efectuar el deseo, o lo que queremos alcanzar.








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